"Los ministros que representan estos países han declarado su compromiso compartido de permanecer unidos contra la amenaza que supone todo tipo de terrorismo, incluido el llamado Estado Islámico, para la región y el mundo", han dicho.
En concreto, han acordado "apoyar a los países que sufren la amenaza más acuciante del Estado Islámico y, en la medida en que sea apropiado, coordinarse en los muchos aspectos de una campaña militar contra el Estado Islámico".
También han decidido sumar sus fuerzas para "detener el flujo de combatientes extranjeros y la financiación al Estado Islámico y otros grupos extremistas; repudiar su odiosa ideología; acabar con la impunidad y llevarlos ante la Justicia".
Asimismo, han pactado "ayudar en la reconstrucción y en la rehabilitación de las comunidades arrasadas por el Estado Islámico y contribuir a los esfuerzos para entregar ayuda humanitaria a los afectados".
Los firmantes han subrayado que "el papel desempeñado por los países de la región es central para acabar con el Estado Islámico allí donde esté, incluidos Irak y Siria".
Por último, han celebrado la formación del nuevo Gobierno de Irak expresando "su apoyo a los pasos inmediatos que ha dado para avanzar hacia los intereses de todos los ciudadanos iraquíes, independientemente de su religión o etnia".