Juez realizó estas declaraciones en octubre en la ciudad argentina de Mendoza y, al ser interrogado al respecto, explicó que estaba describiendo a las etnias ecuatorianas. Algunos de estos grupos "se visten a la mañana del sábado y están todo el fin de semana con la misma ropa", afirmó, según medios locales.
Aunque el embajador alegó entonces a que no quería faltar a nadie al respeto --"solamente con mala fe y una malicia infinita se puede descontextualizar mis dichos intentando hacerme quedar mal con un pueblo al que amo"--, sus declaraciones han motivado varias quejas por parte de Quito.
Así, el viceministro de Exteriores ecuatoriano, Rolando Suárez, volvió a convocar este lunes al encargado de negocios de la Embajada argentina, Carlos Enrique Catella, para plantearle de nuevo que su país "proceda a retirar" a Juez, tal como ya reclamó el 27 de octubre.
La petición, ha recordado el Gobierno de Ecuador, "es consecuencia de las expresiones ofensivas y segregacionistas proferidas en contra del pueblo otavaleño y de todos los ecuatorianos", que "han causado profundo malestar y decepción por provenir del más alto representante diplomático de un país amigo".
"Esa conducta no es compatible con el respeto y las mutuas consideraciones que tradicionalmente han mantenido ambos Estados y sus respectivos pueblos", ha lamentado el Ministerio de Exteriores ecuatoriano en un comunicado.