Sara Krueger, de 23 años, y su novio, Ryan Scott Warner de 26, admitieron ante la policía de Napa haberle quitado la vida a la pequeña el pasado martes, un día después de que este mismo cuerpo de seguridad acudiese al hogar familiar para comprobar que la niña se encontraba en bien estado de salud.
Krueger y warner han sido acusados con los cargos de asesinato y ataque a un menor después de que el cadáver de Kayleig fuese encontrado en su cama con signos de abusos sexuales.
Testigos aseguran que les vieron abandonar la casa con maletas el pasado sabado. Sin embargo, los policías no les detuvieron hasta un día después en una estación cercana a Napa llamada 'El Cerrito'
Las fuerzas de seguridad ya habían acudido al apartamento con anterioridad para investigar disturbios, pero nunca se les solicitó por nada relacionado con la pequeña, cuyo padre biológico se encuentra en prisión.
Según informa el diario 'NY Daily News', a última vez que acudieron fue el pasado 27 de enero a consecuencia de una pelea doméstica, aunque no se produjo ningún arresto.
Según un oficial de policía, un día antes del fallecimiento de la niña, acudieron al hogar porque Krueger se estaba drogando, invitando a gente a entrar en la casa y se negaba a alimentar a la pequeña. Tras confirmar que la niña se encontraba en perfectas condiciones, advirtieron a la madre pero sin arrestarla.
Krueger se describía en las redes sociales como "una madre responsable de una preciosa y pequeña niña llamada Kayleigh. Ella es mi mundo. Ella me hace mejor persona".