El lunes, las autoridades surcoreanas pusieron a Choi en detención de emergencia después de interrogarla durante varias horas. Si bien no se trata de una orden de detención al uso, se impuso contra ella esta figura legal por temor de que huyera o tratara de destruir pruebas.
Ahora han puesto bajo la misma figura a An, de quien se sospecha que en colaboración con Choi trataron de presionar a compañías locales para donar decenas de miles de millones de wones a dos fundaciones sin ánimo de lucro: Mir y K-Sports, según ha informado la agencia surcoreana de noticias, Yonhap. Este dinero se cree que fue ilegalmente transferido a Choi --que, si bien es cercana a Park, nunca tuvo ninguna posición de Gobierno--.
Las autoridades acusan a An de haber presionado a otros testigos para que estos ofrezcan falsos testimonios. Si bien aún se encuentra bajo custodia, se teme que An pueda destruir pruebas en el marco de esta investigación.
La Fiscalía tiene, desde su detención de emergencia --el miércoles por la noche--, 48 horas para decidir si emite una orden formal de detención contra él.
An es uno de los secretario de alto rango de la presidenta que dimitió el pasado domingo tras salir a la luz un escándalo que ha puesto a Park de nuevo en el foco mediático. Algunos críticos destacan la relación de la presidenta con la familia de Choi, cuyo padre fue mentor de la mandataria.
A pesar de que Choi no forma parte del Gobierno, puede ser imputada por abuso de autoridad si queda demostrado que colaboró con An. Hasta el momento, la Fiscalía ha descartado comentar si la presidenta será sujeto o no de esta investigación, señalando que esta todavía no está "en la fase" para poder abordar esta posibilidad.