Si esta misma semana conocíamos que los trabajadores del aeropuerto de Barcelona lanzaban una campaña para pedir paciencia a los viajeros ante problemas o imprevistos con el fin de evitar episodios violentos e injustificables como los vividos en el aeropuerto de El Prat, lo cierto es que escenas como la originada por culpa del capricho de uno de los pilotos de Air India hacen un flaco favor a campañas similares y tan plausibles como la promulgada desde la ciudad condal.
Y es que atentando directamente contra la paciencia de los 110 pasajeros a bordo del avión que debía pilotar, el comandante se negó a volar insistiendo en que quería que viajase con él una "mujer particular": su copiloto favorita. De este modo, les obligó a permanecer sentados y esperando en el avión durante casi 2 horas y media antes de poder despegar.
El incidente tuvo lugar en un vuelo que la compañía efectuaba desde Malé, capital de la República de las Maldivas, a Chennai, capital de Tamil Nadu, estado del sur de la India.
Según informa Hindustan Times, contextualizando la historia y dando cuenta de la situación que atravesaba el comandante, había anunciado su renuncia la semana anterior y se encontraba ahora sirviendo a los seis meses de preaviso laboral que debía cumplir.
Ante la negativa de la compañía a satisfacer sus pretensiones, –las cuales propuso el día anterior al vuelo–, les amenazó con declararse enfermo, algo que tras un tenso 'tira y afloja' entre las dos partes provocó que al día siguiente, –el mismo en que se emplaza el suceso–, Air India se viese forzado a conseguir que la mujer que quería fuese con él de copiloto.
De este modo, en el proceso, el avión terminó despegando a las 9:13 (hora local) cuando la previsión era que saliese a las 7:00 de la mañana.