Según informa Masable.com, la imagen de Jake se conoció por primera vez al publicarse en las redes sociales y, en un principio fue identificado como un joven británico, ahora se sabe que es un chico Australiano de una familia no musulmana y que asistió a la escuela Secundaria Craigieburn en Melbourne antes de abandonar sus estudios para convertirse al Islam.
Sus compañeros de clase no tenían ni idea de las intenciones de Jake de unirse al islamismo en Siria y le definen como un chico solitario, “siempre estaba cabizbajo y rara vez hablaba”.
A través de su perfil de Twitter, que ha sido borrado, el propio Jake cuenta que salió de la tierra sucia (Australia) para unirse al ejército del califato, además aseguraba que el 11 de septiembre era un juego de niños y advertía a sus enemigos que la derrota está “más cerca de lo que piensan”.
En 2014, al menos 150 australianos han luchado o continúan luchando con grupos terroristas en Oriente Medio. El pasado 6 de marzo dos adolescentes de 15 y 16 años fueron detenidos en el aeropuerto de Sídney intentar huir del país a Siria para unirse al Estado Islámico.