"Gracias a los esfuerzos de todas las partes, la tensión en la península coreana da señales de alivio, pero la crisis de agosto todavía no ha sido superada", ha declarado Wang en una conversación telefónica con su homólogo alemán, Sigmar Gabriel.
El ministro chino, durante la conversación, reiteró un llamamiento a a todas las partes a "emprender los esfuerzos comunes para solventar" la crisis y ha resaltado que Pekín insiste en una solución pacífica.
De la misma opinión se ha mostrado el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, quien ayer martes aseguró que su Gobierno sigue "interesado" en abrir un proceso de diálogo con el régimen de Corea del Norte, aunque ha evitado valorar la decisión de esta última administración de aplazar un posible ataque a la isla de Guam.
"Seguimos interesados en encontrar una manera de llegar al diálogo, pero depende de él", ha afirmado Tillerson, en declaraciones a los periodistas durante la presentación de un informe sobre el respeto a la libertad religiosa en todo el mundo.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha matizado su amenaza contra Guam y ha decidido aplazarla a la espera de que Estados Unidos tome "la decisión correcta" y demuestre, con acciones, que quiere "aliviar" la actual escalada de tensiones e impedir un "peligroso enfrentamiento militar", según la agencia oficial KCNA.
Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, ha aprovechado un discurso conmemorativo del final del régimen japonés para declarar que su Gobierno intensificará su labor diplomática para resolver cuestiones pendientes como la carrera armamentística y nuclear de su vecino del norte, con el objetivo de "impedir la guerra a toda costa".