Las calles de Caracas son una lluvia de gases lacrimógenos. En San Cristóbal, cuna del movimiento antimaduro, han incendiado varios edificios gubernamentales. Desde el inicio de las protestas el 12 de febrero, las victimas mortales no cesan. La última ha sido una mujer chilena de 47 años que ha recibido un disparo en la cabeza. Chile ya ha pedido que investiguen el caso. El mes de enfrentamientos se ha saldado con más de 300 heridos y un número indeterminado de heridos.