Uno de los trabajadores de la revista satírica le puso un collar con el nombre de la revista y la subió a Twitter, donde se ha convertido en la mascota de la redacción, según ha publicado el Mirror.
Cuando los hermanos Kouachi irrumpieron en Charlie Hebdo y comenzaron a disparar Lila estuvo entre los proyectiles, pero se libró milagrosamente.
Uno de los testigos, que también sobrevivió, contó que la Cocker Spaniel iba como aturdida de un cuerpo a otro tras la masacre.