Booth ha informado de la muerte de dos de los internos de la prisión en declaraciones al diario 'Pensacola News Journal', mientras que las autoridades habían confirmado ya con anterioridad un centenar de heridos tras la deflagración, que ha provocado el derrumbe parcial del edificio principal de la cárcel.
La explosión ocurrió en el edificio central de la prisión, donde se encontraban en ese momento unos 600 internos.
Una portavoz de la oficina del Sheriff, Sena Maddison, ha explicado en declaraciones a CNN los presos que resultaron ilesos fueron trasladados a otros centros de internamiento.
Mientras, continúan las labores de rescate y la investigación de las causas de lo ocurrido. En los últimos días la zona ha sufrido el azote de un temporal, pero una portavoz del condado, Kathleen Castro, ha declinado vincular esta circunstancia con la explosión.