Bozdag asegura que los tribunales turcos deberán acatar la decisión del Consejo Electoral sobre el referéndum

EUROPA PRESS 23/04/2017 06:39

El Consejo Supremo Electoral (YSK, por sus siglas en turco), máxima instancia del país en cuestiones electorales, ha desestimado tanto la impugnación presentada por el Partido Popular Republicano (CHP) como por el Partido Democrático Popular (HDP) tras conocerse el resultado de la votación, que tuvo lugar el 16 de abril.

Los recursos de la oposición se basaban, sobre todo, en la decisión del Consejo Supremo Electoral de admitir como válidas una serie de papeletas que se introdujeron en las urnas sin estar selladas, lo que, según su argumento, arroja dudas sobre su origen, según ha informado el portal de noticias turco Turkish Minute.

Bozdag ha indicado este sábado a través de Twitter que la decisión del YSK es definitiva y no puede ser cuestionada por los tribunales. "El deber de examinar las objeciones y quejas sobre temas electorales y elaborar un veredicto final corresponde al Consejo Supremo Electoral", ha aseverado.

"No se puede recurrir la decisión del Consejo ante ningún tribunal, lo que incluye el Constitucional y el Consejo de Estado de Turquía", ha añadido el ministro, que ha asegurado que los tribunales no tienen más opción que rechazar las apelaciones.

Bozdag ha manifestado que el CHP debe aceptar la decisión del pueblo turco y respetarla, incluso si el resultado no es el que cabía esperar por la formación. "El CHP ha sido incapaz de interiorizar la democracia y aceptar el deseo de la gente", ha indicado.

Por otra parte, el diputado socialdemócrata Levent Gök ha acusado al ministro de Justicia "de cometer un delito constitucional". "Bozdag está dando órdenes a los jueces. Existe una amenaza detrás al decir que el CHP no puede recurrir", ha afirmado.

El viernes, el CHP anunció que presentaría un recurso ante el Consejo de Estado para exigir la anulación de los resultados del referéndum debido a las irregularidades registradas durante la votación.

El 'sí' a la reforma constitucional se impuso por tan sólo un 51,4 por ciento de los votos, un estrecho margen que ha desatado protestas en las principales ciudades turcas por denuncias de fraude electoral, que han sido respaldas por los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa, entre otros.