Según publica mirror.co.uk, la mujer afirma no haberse quitado nunca el anillo. No obstante, recuerda una vez en la que el anillo se le cayó en el lavabo de un hotel. Sin embargo, cuenta que sería demasiada casualidad haber encontrado otro exactamente igual en el mismo sitio pero con una inscripción diferente.
Además de la fecha, las siglas que el anillo lleva inscritas en su interior tampoco se corresponden con las suyas y las de su marido, M.S. y F.C., mientras que la alianza lleva impreso PAT en su interior. Estas letras, que bien podrían ser un nombre abreviado o varios, le sirven, según dice Marianne Crowley, para buscar al propietario y resolver el misterio, que es lo único que desea.