El ministro del Interior, Sacca Lafia, ha afirmado que los rezos serán permitidos los viernes hasta que se construyan más mezquitas, pidiendo que esto tenga lugar pronto.
Por su parte, el presidente, Patrice Talon, se ha mostrado conforme con la entrega de ayuda económica por parte del Estado para la construcción de mezquitas, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
La prohibición fue impuesta debido a que los fieles rezan en la calle ante la falta de espacio en las mezquitas, provocando atascos, según el alcalde de Cotonú, la localidad más poblada del país.
Parlamentarios musulmanes y líderes religiosos han criticado la prohibición, tildándola de discriminatoria, si bien Talon asegura que la prohibición no está dirigida contra la comunidad, que supone cerca del 25 por ciento de la población de Benín.