"Nuestra convicción es que nuestra seguridad nacional no se puede obtener (...) sin seguridad y estabilidad en todos nuestros vecinos, especialmente en Sudán del Sur, que esperamos que se estabilice pronto", ha valorado.
Así, ha asegurado que Jartum está haciendo esfuerzos por impulsar la paz en el país vecino, explicando que esto es obligado dada la cercanía geográfica y el contexto civil en ambos países, según ha informado el diario local 'Sudan Tribune'.
Al Bashir ha prometido además "apoyar" a los refugiados sursudaneses que se encuentran en el país, lamentando "la ausencia de apoyo alguno por parte de la comunidad internacional" en este sentido.
Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en Sudán residen más de 450.000 refugiados sursudaneses.
Las relaciones entre ambos países son tensas desde la independencia de Sudán del Sur en 2011, y Jartum y Yuba se acusan mutuamente de respaldar a grupos armados que operan en sus territorios.
Sudán del Sur se sumió en una guerra civil en 2013, cuando el presidente, Salva Kiir, destituyó a Riek Machar, actual líder rebelde que en aquel momento ejercía de vicepresidente en el marco de un gobierno de consenso.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
A principios de septiembre, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.
En su informe, recalcó que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.