Obama pide a los republicanos que eviten que EEUU entre en suspensión de pagos

Noticias Cuatro/Agencias 08/10/2013 23:59

"No sólo la Casa Blanca, sino también los demócratas en el Senado y en la Cámara de Representantes han mostrado su buena intención de dialogar sobre cualquier cuestión que preocupe a los republicanos", ha indicado en una conferencia de prensa en la sede de la Presidencia Barack Obama.

"Pero no podemos hacerlo sobre la estrategia de los republicanos: vamos a provocar el cierre el Gobierno o causar un caos económico si no conseguimos el cien por cien de lo que solicitamos", ha denunciado el mandatario.

"Mi sugerencia al presidente de la Cámara de Representantes (John Boehner) es ésta: dejen las excusas, permitan a la Cámara votar, acabemos con el cierre ahora mismo y pongamos al personal a trabajar", ha comentado el mandatario, que ha apostillado que el aumento del techo de deuda no debería tener ninguna condición.

Obama ha solicitado a los republicanos que eviten que la economía sufra un daño a largo plazo evitando que el Departamento del Tesoro tenga dificultades a la hora de hacer frente a los compromisos internacionales. "Cuando hacemos esto, nuestra credibilidad en el mundo sufre", ha denunciado.

"Parece que no estamos unidos. No es algo que debería suceder. La mejor nación sobre la tierra no debería pedir permiso de unos irresponsables en el Congreso cada dos meses para mantener nuestro gobierno funcionando o impedir una catástrofe económica", ha añadido.

El mandatario ha indicado que espera que esta crisis no afecte a las finanzas norteamericanas de cara al exterior, pero ha recordado que canceló un viaje previsto para esta semana para acudir a la cumbre de los países de Asia-Pacífico que se está desarrollando ahora mismo en Indonesia.

Además, el presidente ha rechazado las opiniones de algunos congresistas republicanos que minimizan que el país entre en suspensión de pagos, según ha informado el portal de noticias Politico.

Obama ha instado a Boehner a permitir una votación con el objetivo de aumentar el techo de deuda durante el tiempo que sea necesario para seguir negociando. El mandatario ha pedido perdón a los estadounidenses por tener que pasar por este trámite cada pocos meses. "En algún momento, Washington debe acabar con estos hábitos", ha comentado.

Los republicanos no aceptan el reto

El presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, el republicano John Boehner, ya ha respondido al presidente Obama y ha defendido este martes que su partido quiere negociar con los demócratas para que la Administración federal reanude todas sus actividades y el país no entre en suspensión de pagos, pero ha advertido de que no firmarán una "rendición incondicional".

Estados Unidos vive desde el pasado 1 de octubre en lo que se conoce como 'cierre de Gobierno', una situación que mantiene paralizadas las actividades no esenciales. El desencuentro entre los dos grandes partidos para elevar el techo de deuda tiene al país al borde de la suspensión de pagos --el 17 de octubre es la fecha límite--.

Poco después de que Obama compareciese públicamente para pedir a los republicanos que se dejen de "excusas" y apoyen en el Congreso una ley que evite la "catástrofe económica", Boehner le ha devuelto las críticas y ha insistido en que su partido no dará a la Casa Blanca plena libertad de acción.

El presidente de la Cámara de Representantes --controlada por los republicanos-- ha negado que estén dispuestos a firmar una "rendición incondicional" y ha considerado "insostenible" la propuesta de Obama. "No podemos elevar el techo de deuda sin hacer algo que nos obligue a pedir prestado más dinero y a vivir por encima de nuestras posibilidades", ha añadido.

Boehner se ha mostrado "decepcionado" por lo que considera una "negativa a negociar" por parte del mandatario, si bien ha dicho estar "esperanzado" de que finalmente ambas partes podrán avanzar hacia posiciones comunes, según informan medios locales. "Es momento de tener esa conversación", ha enfatizado el líder republicano, que ha subrayado la necesidad de llegar a acuerdos sobre el déficit a largo plazo.