Ketevan Kardava ha contado la terrible experiencia a la revista Time: "Las puertas y ventanas volaron, todo era polvo y humo. A mi alrededor había decenas de personas sin piernas, que yacían ensangrentadas. Mi primer instinto fue mirarme mis piernas. No podía creer que las tuviera. Estaba en estado de shock".
Menos de un minuto después ocurrió la segunda explosión y los supervivientes corrían por los pasillos, ha contado la periodista georgiana, que subraya cómo superó la primera idea de salir corriendo junto a los demás.
"Yo también quería correr a un lugar seguro, pero también quería hacer fotos. Era mi deber como periodista, mostrar al mundo lo que estaba pasando."