Que a Derek le gustaba cantar en su coche, presumir de su paso como extra por alguna serie o fanfarronear en el gimnasio, lo sabía medio planeta. Porque este joven de 31 años de Miami lo compartía todo en Internet. Pero lo que nadie se esperaba es que colgara la foto de su esposa Jennifer hecha un guiñapo en el suelo de la cocina. La acababa de matar de un tiro porque quería abandonarle. Tuvo la sangre fría de tomar la instantánea con el móvil, subirla a su perfil y hasta justificar la salvajada: "Me voy a la cárcel o a la pena de muerte por matar a mi mujer. Os echaré de menos. Me veréis en las noticias. Mi mujer me estaba golpeando y no podía permitir ese abuso. Así que hice lo que tenía que hacer. Espero que me comprendáis." A continuación, fue a casa de su padre y le contó lo que había hecho. Cuando la policía llegó al lugar de los hechos, descubrió en el piso de arriba a la hija de diez años de Derek, la pequeña a la que sacan envuelta con una manta naranja y que estaba aterrorizada. La relación entre víctima y verdugo siempre había sido tormentosa por culpa de los celos de él. La había obligado a dejar de trabajar y Jennifer se había convertido en una sombra a su lado. El año pasado incluso se habían divorciado y luego vuelto a casar. Fue entonces cuando Derek escribió un libro con consejos para ‘Salvar un matrimonio’. Se lo había dedicado a Jennifer con una frase que ahora suena escalofriante: mi amor te golpeará y te dejará k.o.