Mahmud al Ansari, entrenador del equipo Al Wafa, ha sido asesinado cuando iba en su vehículo en la localidad junto a otras dos o tres personas, que se encuentran desaparecidas.
Según las informaciones facilitadas por el diario local 'The Libya Herald', Al Ansari había llegado poco antes a la ciudad desde Tobruk --sede de la administración del este del país--, donde participó en las elecciones del Sindicato Nacional de Fútbol.
Durante su estancia, se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, el Parlamento de las autoridades de Tobruk.
Hussain al Ansari, familiar de la víctima y antiguo miembro del Consejo General Nacional (CGN) --el Parlamento del gobierno autoproclamado en Trípoli, ya disuelto--, ha acusado a "organizaciones" de la capital, reclamando que se esclarezca el crimen.
Por su parte, el Consejo Social Tuareg de Libia ha reclamado además a las autoridades de Trípoli que expliquen lo ocurrido. Al Ansari era tuareg.
El suceso ha tenido lugar unos días después de que el futbolista Muaid al Lafi, del equipo Al Ahly Trípoli, fuera brevemente secuestrado en la capital.
Fuentes del club aseguraron que los motivos del secuestro fue reclamar un rescate, si bien se desconoce si el rescate ha sido pagado y la cuantía del mismo.
Al Lafi, que juega como delantero, ha defendido la camiseta de la selección nacional libia en ocho ocasiones.
Por el momento se desconoce quién está detrás del secuestro. La capital, marcada por la inseguridad y la inestabilidad, ha sido escenario de numerosos enfrentamientos entre milicias rivales en los últimos días.