Estados Unidos y Qatar han firmado este martes un pacto para aumentar su cooperación en la lucha contra el terrorismo y sus vías de financiación, pero Arabia Saudí y sus aliados han reaccionado con cautela. En este sentido, han agradecido los esfuerzos de Washington y han descartado retirar las medidas impuestas el 5 de junio.
"Este paso no es suficiente y seguiremos vigilando la disposición de Qatar para combatir cualquier forma de financiación, apoyo y aliento del terrorismo", según un comunicado conjunto firmado por los ministerios de Exteriores de los cuatro país implicados.
Consideran que los hechos que llevaron a la imposición de sanciones aún no están resueltos y reiteran su llamamiento para que Qatar cumpla con la lista de 13 demandas --"justas y legítimas", han apostillado--, entre las que destacan el cierre de la televisión Al Yazira, la clausura de una base militar turca y el distanciamiento político de Irán.
Los cuatro países han alegado que "no pueden confiar en los compromisos hechos por Qatar debido a las políticas existentes" y han anunciado "estrictos mecanismos de vigilancia para garantizar su sinceridad de volver al buen camino". En juego, han advertido, está "la estabilidad y la seguridad de la región".