El portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, ha reiterado que los asentamientos son considerados ilegales por el Derecho Internacional y ha pedido a Estados Unidos que intervenga "rápidamente" para "salvar sus esfuerzos en el proceso político".
Así, ha subrayado que "para lograr una paz justa es necesario el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital", según ha informado la agencia palestina de noticias WAFA.
La construcción de las nuevas viviendas triplicará el número de colonos israelíes en el asentamiento de Nof Zion, que en la actualidad cuenta con 91 inmuebles y está rodeado por residencias palestinas en el barrio de Jabel Al Mukaber.
"Estamos unificando Jerusalén a través de acciones sobre el terreno", ha asegurado el alcalde de la ciudad, Nir Barkat, en un comunicado.
Los asentamientos israelíes están considerados como ilegales por el Derecho Internacional, si bien el Gobierno israelí diferencia entre aquellos a los que ha dado permiso y los que no.
Por su parte, Wasel Abu Yusif, miembro de la Organización para la Liberación de Palestina, ha asegurado que los planes de construcción israelíes en Jabel Al Mukaber constituyen un "desafío contra todas las recomendaciones de la comunidad internacional" de poner fin a la política de asentamientos.
La semana pasada, el Gobierno israelí anunció la construcción de centenares de nuevas unidades de viviendas para colonos en Cisjordania, provocando críticas por parte de la Unión Europea.
Las conversaciones de paz entre las autoridades israelíes y las palestinas llevan paralizadas desde 2014. La política de asentamientos de Israel es uno de los principales motivos de discusión.
Alrededor de medio millón de israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén Este, hogar para más de 2,6 millones de palestinos.