La misión, que tenía como objetivo arrestar a dos milicianos de Al Qaeda en el sur de la isla meridional de Mindanao, acabó convirtiéndose en una masacre dado que las fuerzas especiales de seguridad sufrieron una emboscada por parte de un grupo de milicianos armados.
Dicho suceso provocó la mayor crisis política bajo el mandato del entonces presidente Aquino (2010-2016), que fue duramente criticado por ello, según ha recogido la emisora de radio filipina ABS-CBN.
El documento presentado por la agencia anticorrupción del país señala que Aquino permitió "ilegalmente e intencionadamente" al ahora exdirector general de la Policía Alan Purisima --que había sido suspendido preventivamente-- participar en la planificación de la operación.
Asimismo, la agencia anticorrupción --basándose en investigaciones previas-- ha determinado que el exdirigente dejó al margen al ministro del Interior.
La masacre de Mamasapano provocó la paralización de las negociaciones del Gobierno filipino con los separatistas del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF, en sus siglas en inglés), que habían acordado desarmarse a cambio de autogobierno en zonas de mayoría musulmana en Mindanao.
El proyecto de ley para el autogobierno fue rechazado por el Congreso lo que ha contribuido a generar desconfianza, desilusión e inseguridad en una región donde la ideología del Estado Islámico está ganando fuerza. Se espera que el proyecto de ley vuelva a presentarse en el Congreso en las próximas semanas una vez revisado.