Breivik no alegará locura porque se considera "el único depositario de la verdad"

cuatro.com 26/07/2011 09:24

El abogado del presunto responsable de los atentados del pasado 22 de julio en Noruega, Anders Behring Breivik, ha advertido este martes de que no espera que su cliente alegue problemas psicológicos como atenuante porque se considera a sí mismo "el único depositario de la verdad". Asimismo, Geir Lippestad afirmó que Breivik es partidario del nombramiento de "un dictador" que ponga fin al multiculturalismo y a la democracia.

Poco antes, el abogado declaró ante un grupo de periodistas que todavía es "demasiado pronto" para determinar si su cliente va a alegar problemas psicológicos como atenuante, pero "el caso, en su conjunto, indica que es un enfermo mental".

En todo caso, Lippestad, miembro del Partido Laborista, cuya rama juvenil fue el objetivo del tiroteo efectuado por Breivik el pasado viernes en la isla de Utoya, al oeste de Oslo, advirtió de que abandonará el caso si su cliente no acepta hacerse una prueba psicológica.

"Él asegura que lamenta lo que ha hecho, pero que era necesario hacerlo", prosiguió. "Odia todas las ideas y los valores occidentales de la democracia, cree que éste es el comienzo de una guerra que durará 60 años", explicó. "Se ve a sí mismo como un guerrero" que "ha iniciado esta guerra, y se siente en cierto modo orgulloso de ello", afirmó Lippestad.

Aparte, precisó, Breivik había utilizado "algún tipo de drogas" antes de cometer los atentados, y se había mostrado sorprendido de que no le hubieran matado mientras efectuaba los disparos o mientras se le trasladaba ayer lunes al tribunal

Crímenes contra la humanidad

El presunto responsable de los atentados del pasado 22 de julio en Noruega, Anders Behring Breivik, podría ser acusado de crímenes contra la Humanidad, un delito que conllevaría una pena máxima de 30 años, en vez del máximo de 21 años a que podría ser condenado en caso de ser inculpado únicamente de terrorismo. La Policía de Noruega cree que el autor confeso de los atentados del viernes que dejaron 76 muertos, actuó solo a pesar de su testimonio, en el que afirma que contó con dos células de colaboradores. La Policía estatal, conocida por las siglas PST, confiesa que el nombre de Breivik aparece en una lista de medio centenar de noruegos enviada por Interpol, pues había pagado 120 coronas (15 euros) a una compañía polaca que vende productos químicos y que era vigilada. No encontraron razón alguna para actuar.

Los fiscales podrían ampararse en la ley de 2008 sobre crímenes contra la Humanidad, según declaró un profesor de Derecho Penal de la Universidad de Oslo, Staale Eskeland. "El criterio de base es el homicidio sistemático de civiles", explicó.

En estos casos, precisó, la pena máxima contemplada es de 30 años. En cambio, las penas derivadas de las leyes antiterroristas prevén un máximo de 21 años. No obstante, advirtió, tanto en un caso como en el otro la pena puede ampliarse hasta cinco años si se considera que existe riesgo de reincidencia.

De momento, Breivik ha sido acusado de "desestabilizar o destruir las funciones básicas de la sociedad" y de "crear pánico grave entre la población". Según el fiscal de la Policía, Christian Hatlo, Breivik podría pasarse prácticamente el resto de sus días en la cárcel.

Estudian si actuó solo

"Pensamos que el acusado tiene bastante poca credibilidad en sus declaraciones, pero ninguno de nosotros se atreve a descartar completamente cualquier cosa", ha dicho a Reuters una fuente conocedora de las pesquisas. Los investigadores también ponen en duda que Breivik tomara parte en una red más amplia de "cruzados" islamistas de extrema derecha. Consideran que estos comentarios responden a su condición de fantasioso psicopático, así como a su interés en generar confusión.

El cuerpo policial ha levantado este lunes los controles impuestos en las fronteras el 22 de julio. Además, Noruega no ha pedido a otros países que emprendan investigaciones ni ha elevado el nivel de amenaza terrorista. Al final de su manifiesto de 1.500 páginas, el único acusado señala: "El viejo dicho 'si quieres que se haga algo, hazlo tú mismo' es tan relevante ahora como lo era antes".

Este martes el ministro de justicia, Knut Storberget se reunirá con los jefes de Policía. Estos están siendo criticados por la operación del viernes contra Breivik en la isla de Utoya. Los agentes tardaron más de una hora en reducirle después de la masacre en la que acabó con la vida de 68 personas.

Aparecía en una lista de Interpol

La Policía estatal, conocida por las siglas PST, confiesa que el nombre de Breivik aparece en una lista de medio centenar de noruegos enviada por Interpol, pues había pagado 120 coronas (15 euros) a una compañía polaca que vende productos químicos y que era vigilada. No encontraron razón alguna para actuar.

"No creo que ni siquiera la Stasi alemana pudiera haber descubierto a esta persona", ha dicho al portal del diario VG la jefa de la PST, Janne Kristiansen, en alusión a los servicios de seguridad de Alemania Oriental. Kristiansen define a Breivik como "la encarnación del mal".

El padre de éste ha comentado a TV2 que ni en sus "peores momentos" habría imaginado que su hijo hiciera una cosa así, y señala que "debería haberse suicidado" en vez de cometer los crímenes. Padre e hijo no mantenían relación desde la adolescencia del supuesto criminal.