Sudán del Sur sufre la peor crisis humanitaria de su historia. Cuatro millones de personas se enfrentan a un alto riesgo de inseguridad alimentaria. UNICEF ha instalado en Malakal, una ciudad a 500 kilómetros de Yuba, la capital, un campamento para ayudar a los menores, que son los que más sufren esta catástrofe. El director de la Organización de la ONU para la Infancia, Anthony Lake, asegura que hay que atajar el problema antes de que sea demasiado tarde y piensa que el mundo no le presta la suficiente atención a Sudán del Sur.