La defensora del Menor, Cristiana Bento, ha pedido la prisión preventiva de los acusados y ha remitido el caso a la Fiscalía. Pero las investigaciones no se quedan aquí y continuan, para encontrar a otros posibles agresores.
El caso es conocido a nivel mundial, ya que las imágenes de la brutal agresión sexual fueron difundidas en las redes sociales por los propios violadores, causando enorme conmoción.
Por ello, a los siete detenidos se les han imputado distintos cargos, entre ellos los delitos de violación de personas vulnerables y producción y difusión de material pornográfico con menores de edad, tal y como ha informado la Agencia Brasil.
Según Bento, el teléfono móvil de uno de los acusados ha sido clave para encontrar pruebas de la implicación y la relación de cada uno de los acusados. La defensora ha manifestado que espera que los acusados reciban "penas ejemplares". "Que sirvan de ejemplo para la comunidad. Que quede claro que la mujer no es una cosa, y que debe ser respetada. Y que tener relaciones sexuales con una adolescente o cualquier mujer desacordada, que no pueda ofrecer resistencia, es un delito", ha afirmado.
Bento ha destacado que este episodio ha llevado a la sociedad brasileña a una profunda reflexión sobre el concepto y la cultura de la violación. "La cultura de la violación quiere poner la culpa en la víctima o descriminalizar el agresor, absolviéndolo como enfermo o psicópata", ha declarado.