A pesar de que su entorno familiar reconoció que presentaba desórdenes mentales, el FBI no llegó a descartar el terrorismo, ya que el propio Santiago había denunciado recientemente que los servicios de Inteligencia controlaban su mente y que Estado Islámico intentaba influirle.
Tras reconocer que se había inspirado en el grupo islamista en la audiencia que ha tenido lugar este martes, las autoridades han determinado que no podrá disfrutar de la libertad condicional por lo que continuará en prisión hasta que comience el juicio en su contra, en el que tendrá que responder por el tiroteo, que dejó cinco muertos y seis heridos, según ha informado la cadena NBC Miami.
La próxima comparecencia de Santiago tendrá lugar el próximo 30 de enero, en lugar del 23, como estaba previsto. Dos de los cargos que pesan sobre Santiago son susceptibles de ser castigados con la pena de muerte.