ACNUR solicita más de 70 millones de euros para hacer frente a la crisis rohingya en Bangladesh

EUROPA PRESS 06/10/2017 19:48

ACNUR ha solicitado la ayuda de sus principales contribuyentes para poder asistir durante los próximos seis meses a los miles de musulmanes rohingya que llegan cada día a la zona de Cox's Bazar desde la frontera birmana, donde las organizaciones humanitarias se encuentran completamente saturadas ante el flujo de gente.

Según las últimas estimaciones, unos 510.000 refugiados han huido de Birmania desde el pasado 25 de agosto, que se suman a los cerca de 300.000 que ya se encontraban en Cox's Bazar como consecuencia de anteriores campañas de violencia por parte del Ejército birmano.

La agencia de Naciones Unidas ha destacado que "resulta prioritario" solucionar la "dramática" situación de hacinamiento que están viviendo los recién llegados en los únicos dos campos formales que hay en la zona, Kutupalong y Nyapara, donde la población se ha duplicado en cuestión de días.

La asistencia de emergencia tiene como objetivo principal dar protección, cobijo y acceso a agua y saneamiento a los refugiados, así como reforzar la capacidad de acogida de las comunidades locales en el sudeste de Bangladesh. A mediados de septiembre, al ver la magnitud de la crisis humanitaria, ACNUR declaró el nivel 3 de emergencia, que de acuerdo con su protocolo corresponde al máximo nivel de alerta posible.

Según la organización, entre los refugiados hay una gran cantidad de menores, muchos de ellos no acompañados o separados de sus familias. Se estima que más del 50 por ciento de las personas recién llegadas son mujeres, incluyendo a madres con niños pequeños o recién nacidos.

"A las dificultades que entraña esta situación, hay que añadirles enfermedades, lesiones y traumas ocasionados por la extrema violencia, la tortura o los abusos sexuales. Muchos han perdido a familiares, amigos y conocidos", han advertido desde ACNUR.

Los rohingya han llegado a Bangladesh huyendo del estado de Rajine, en el noreste de Birmania, después de que una serie de ataques por parte de milicianos de esta comunidad contra puestos de seguridad birmanos desencadenaran una operación militar a gran escala que ha dejado al menos 400 muertos. Esta operación ha sido denunciada por la ONU como "limpieza étnica".

Bangladesh y la inmensa mayoría de la comunidad internacional han reclamado a Birmania que acoja de nuevo a los rohingya que han huido del país, tras lo que la líder 'de facto' del país, Aung San Suu Kyi, se ha mostrado dispuesta a iniciar un proceso de verificación, si bien los términos no están claros.

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.