ACNUR logra llevar ayuda humanitaria a los ucranianos atrapados en Lugansk por primera vez en cinco meses

EUROPA PRESS 06/08/2016 10:22

Dos convoyes de 25 camiones han llegado a Lugansk, con ayuda del Programa Mundial de Alimentos y socios locales, "para entregar materiales de construcción indispensables a miles de personas cuyos hogares han sido dañados o destruidos" por el conflicto armado.

Los camiones han llevado cemento, ladrillos y clavos, así como lonas, bidones de agua, utensilios de cocina y secadores de calzado para utilizar en invierno, ha detallado la organización internacional en un comunicado.

"Unas 1.100 familias de 15 pueblos cercanos a la línea del frente ya han recibido materiales de construcción, pero el 40 por ciento de la población fijada como objetivo no podrá completar los trabajos de reparación de viviendas sin el apoyo de ACNUR", ha apuntado.

ACNUR estima que solo en Lugansk unas 10.000 casas han sufrido daños importantes. En mayo, sus equipos conocieron a Petro, un antiguo obrero de 77 años, y a su mujer. "Habían estado viviendo durante más de dos años en un sótano diminuto: la única parte de su casa bombardeada que los protegía de la nieve, la lluvia y el viento", ha contado.

A esta precaria situación se suman las "restricciones a la libertad de movimiento", que impiden a personas como Petro reparar sus hogares y "acceder a las prestaciones y ayudas sociales --incluidas las pensiones-- en el área controlada por el Gobierno.

"Un problema grave es el limitado número de puestos de control que permiten atravesar la línea del frente. En Lugansk solo queda uno, por lo que la gente tiene que esperar colas de hasta ocho horas para cruzar", ha explicado ACNUR.

Además, "se ha suspendido el pago de beneficios sociales y pensiones a desplazados internos hasta que se puedan verificar la dirección de sus domicilios", un trámite prácticamente imposible por las largas esperas en la línea del frente.

ACNUR ha reiterado su llamamiento "a que todos los actores garanticen acceso sin restricciones a prestaciones y el disfrute de sus derechos a todas las personas desplazadas, independientemente de su situación respecto al registro o su actual lugar de residencia".

Desde el inicio de la guerra, en 2014, más de dos millones de personas han tenido que abandonar sus hogares para buscar seguridad. Cerca de 800.000 ucranianos, entre los que hay personas mayores y otros grupos de población vulnerable, siguen necesitando ayuda en la zona de conflicto.

La ONU denunciado que, "a pesar del alto el fuego acordado en 2015, la situación de seguridad en el este de Ucrania sigue siendo tensa y volátil". "Los enfrentamientos fortuitos provocan cada día víctimas entre la población civil y la destrucción de hogares", ha lamentado.