El Vaticano por primera vez en el banquillo. Sus escándalos de abusos sexuales están sobre la mesa de este comité de Naciones Unidas, encargado de proteger los derechos de los niños. Se trata de un gesto inédito de la Santa Sede, comprometida firmemente, según su portavoz, para eliminar los abusos. Desde su llegada, el papa Francisco dejó claro su compromiso con el polémico asunto. En diciembre ordenó una comisión para la prevención de nuevos casos en sus diocésis. Sin embargo, ese mismo mes el Vaticano se negó a a dar información sobre sus investigaciones internas a Naciones Unidas. Las víctimas de abusos reclaman al papa Francisco que entregue evidencias de sus investigaciones a la policía. Varios sacerdotes han sido condenados a penas de cárcel por los abusos a menores. Sin embargo, miles de víctimas en Irlanda, México, o Estados Unidos, entre otros, siguen atacando a la Iglesia por su encubrimiento. La comparecencia es sobre todo simbólica porque el comité de Naciones Unidas porque no tiene poder sancionador.