El monje Nunchok Sonam, de 18 años, ardió en llamas frente al monasterio de Thangkor Sotsang, en la prefectura tibetana autónoma de Ngaba, en lo que se trata de la primera autoinmolación en cinco semanas que sucede en la provincia, donde las fuerzas de seguridad chinas han impuesto duras medidas de seguridad para impedir este tipo de sucesos.
Cientos de tibetanos procedieron después a rodear el cadáver del monje para impedir que la Policía china se llevara su cadáver. "Las autoridades insistieron en llevarse el cuerpo pero el monasterio se negó a cumplir la orden", declaró un residente.
Con la muerte de Sonam ya son 121 los fallecidos por autoinmolación desde que se reanudaran estas prácticas en febrero de 2009 en protesta contra el dominio chino y a favor del regreso del líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama.