La inversión total de la interconexión ascendió a unos 700 millones de euros y contó tanto con una financiación de 225 millones de euros en el marco del programa europeo EEPR (European Energy Programme for Recovery) como con otra del Banco Europeo de Inversiones a través de un préstamo de 350 millones de euros concedido a RTE y REE.
Los trabajos de construcción de la línea finalizaron en febrero del 2015, coincidiendo con la inauguración oficial de la misma. Desde esa fecha, la línea estuvo funcionando en modo de pruebas técnicas y desde el 5 de octubre del 2015 inició su operación comercial.
La línea eléctrica une a España y Francia por el Este de los Pirineos, duplicando así la capacidad de intercambio con Francia de 1.400 a 2.800 megavatios (MW).