El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en España situó en marzo su tasa anual en el 1,4 por ciento, cinco décimas más que en el mes anterior, según los datos adelantados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que atribuye este repunte al encarecimiento de los carburantes y al mantenimiento de los precios de los alimentos, frente al descenso que experimentaron ambos grupos en marzo del año pasado.
Esta tasa del 1,4 por ciento es la más alta desde diciembre de 2008, cuando el IPCA se situó en el 1,5 por ciento. Además, el Ejecutivo cree que el comportamiento que está registrando la inflación subyacente, que excluye los elementos "más volátiles" como la energía y los alimentos no elaborados, permite descartar por completo una situación de deflación y augura un crecimiento de los precios en una tasa de "estabilidad moderada".
El IPC armonizado, que sirve después a Eurostat para incorporarlo al cálculo del índice de inflación en la UE, proporciona un avance de cómo evolucionaron los precios en España durante el mes de marzo. Su publicación responde a la política de Eurostat y del Banco Central Europeo (BCE) de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad a los producidos en EEUU.
El INE recuerda que la información que proporciona el indicador adelantado es únicamente orientativa, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato definitivo, que se dará a conocer el próximo 15 de abril.