Una joven denuncia a sus padres por publicar en Facebook fotos íntimas de su infancia

Noticias Cuatro 15/09/2016 20:31

Una vez asentadas las redes sociales en la sociedad, es en la actualidad cuando se comienza a librar una batalla hasta ahora soterrada por su 'boom'. Y es que en los últimos tiempos son muchas las voces que intentan dilucidar cuál es el límite entre la libertad de expresión y la privacidad en estas aplicaciones. La última persona, una joven austríaca de 18 años.

El caso de esta adolescente es uno de los más extremos hasta la fecha. El motivo es que ha denunciado a sus progenitores por publicar en Facebook, y sin su consentimiento, fotografías embarazosas de su infancia. En declaraciones a la revista local, Die Ganze Woche, la joven ha afirmado que todo comenzó en 2009 cuando empezaron a compartir todo tipo de instantáneas de cuando era un bebé: "Por ejemplo, de cuando estaba sentada en el orinal o cuando estaba desnuda en la cuna".

Hasta los 14 años, la joven creció desconociendo el auténtico 'book' que sus padres compartian online con más de 700 amigos. Y es que sólo al crearse una cuenta en la red social descubrió las 500 fotos que recorrían toda su vida. Desde entonces, indignada y avergonzada, lleva pidiéndoles que las eliminen, pero al "no tomarla en serio" ha decidido, tras independizarse de casa, recurrir a la vía judicial.

Amparándose en la ley de protección de datos, la adolescente ha llevado a juicio a sus padres. Y es que, a pesar de lo lejos que ha llegado su hija, éstos siguen negándose a retirar las imágenes de Facebook.

"Considero que es mi derecho poder publicar estas fotos. Ella es nuestra hija y para mi esposa y para mí es un álbum familiar encantador y bien recibido por nuestros amigos de Facebook", defiende el padre de la combativa joven.

El proceso se iniciará, si no hay acuerdo alguno, el próximo mes de noviembre. Según Michael Rami, abogado de la acusación, hay muchas posibilidades de que el tribunal falle a favor de la adolescente. Si esto finalmente ocurriese, los padres podrían ser condenados a pagarle entre 3.000 y 10.000 euros.