Los Reyes presidirán el viernes el primer desfile militar sin tanques ni 'cazas' por la crisis

cuatro.com 07/10/2012 12:37

Con esta medida, el Ministerio de Defensa pretende ahorrar hasta un 65% respecto a 2011, cuando se gastaron 2,8 millones de euros. El recorte afectará también a la llegada de la enseña nacional a la Plaza Cánovas del Castillo, donde se situará la tribuna presidencial, ya que este año no será portada desde el cielo por un especialista de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire.

Junto a los Reyes, asistirán al desfile los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena, pero no los duques de Palma, según ha confirmado la Casa del Rey. La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín se mantienen apartados de la agenda oficial de la Familia Real precisamente desde el 12 de octubre del año pasado, última actividad oficial en la que participaron antes de que estallara el escándalo judicial en el que el yerno del Rey está imputado.

La tribuna presidencial estará por segundo año en la plaza donde se ubica la fuente de Neptuno. Se trasladó a este lugar después de que en 2010 estuviera en la Plaza de Lima, frente al estadio Santiago Bernabeu, debido a las obras en la Plaza de Colón, donde se venía situando tradicionalmente.

CUATRO PANTALLAS PARA EL PÚBLICO

El desfile mantendrá así el recorrido del año pasado, desde Atocha hasta la Plaza de Colón. En el trayecto, de unos 600 metros de longitud, se volverán a situar pantallas para que los ciudadanos puedan presenciar algunos de los actos centrales de la celebración. En concreto, serán cuatro pantallas y no una decena como en 2011.

Desde estas pantallas el año pasado se pidió respeto al público asistente para los momentos más solemnes, después de que un año antes los abucheos y peticiones de dimisión al entonces jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, habituales cada año, se produjeran incluso en el homenaje a los que dieron su vida por España.

El año pasado, la ubicación de la tribuna presidencial, en un espacio menor y del que el público estaba más alejado, permitió que los gritos no llegaran hasta la zona donde estaban las autoridades. También se evitó anunciar la llegada del presidente del Gobierno.

La celebración mantendrá el carácter austero que ha querido imprimir a los actos militares el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y que ya se estrenó en el último Día de las Fuerzas Armadas, en cuya celebración central, en Valladolid, se eliminó la exhibición operativa, pasando de gastar 1,53 millones de euros a 417.000.

En el desfile militar por la Fiesta Nacional Defensa espera gastar algo menos de un millón de euros, según han indicado fuentes de este Departamento, que explican que aproximadamente la mitad del presupuesto corresponde a los gastos de infraestructuras.

El ahorro frente a los 2,8 millones que según indica el Ministerio se gastaron el año pasado procede principalmente de que este año no desfilarán carros de combate ni cruzarán el cielo madrileño aviones de combate.

Desfilarán a pie los militares de las distintas unidades del Ejército de Tierra, el Ejército del Aire, la Armada, la Unidad Militar de Emergencias y la Guardia Civil y los únicos motores que habrá serán los de la unidad motorizada de la Guardia Real y de los vehículos 'Aníbal'. No participarán ni los blindados RG31 y 'Lince', que están en Afganistán y Líbano, ni los vehículos de cadenas 'Leopard'.

Mientras tanto, los únicos aviones que participarán en el desfile serán los de la Patrulla Aguila, que harán dos pasadas: una entre el fin del paso de las unidades motorizadas y las que desfilarán a pie y otra tras el homenaje a los caídos, en la que dibujará en el aire los colores de la bandera nacional.

RECEPCIÓN EN EL PALACIO REAL

Una vez finalice el desfile, la Familia Real ofrecerá la tradicional recepción a una representación de todos los estamentos de la sociedad. En el besamanos estarán los Reyes, los Príncipes de Asturias y la infanta Elena. Después compartirán un vino español con los invitados.

El año pasado el besamanos se redujo debido a la convalecencia del Rey tras una operación en su pie izquierdo. Debido a que todavía se encontraba recuperándose de la intervención a la que se había sometido el 5 de septiembre de ese año, el monarca pasó revista a un batallón de la Guardia Real a bordo de un 'jeep' militar y después permaneció sentado durante gran parte del desfile, gracias a que por primera vez se colocaron sillas en la tribuna.