El presidente de Catalunya Acció, Santiago Espot, citado a declarar este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu por promover la pitada al himno nacional durante la última final de la Copa del Rey, deberá volver al juzgado el próximo lunes tras manifestar su abogado que aún no había tenido acceso al sumario y no había podido preparar su defensa.
Así lo ha manifestado Espot a los periodistas que le esperaban a las puertas de la Audiencia Nacional, donde ha comparecido después de que el titular del Juzgado Central número 4 le citara siguiendo órdenes de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de este órgano, que le obligó a reabrir una causa en la que él inicialmente no veía delito.
"Mi abogado no ha recibido el expediente de la causa por la que se me acusa -ha manifestado Espot a preguntas de la prensa-. Es decir, hemos venido hoy aquí sin tener ninguna información a excepción de la citación judicial". Por ello, según ha explicado, el juez les ha dado a él y a su abogado una semana para facilitarles una copia del procedimiento.
"EJERCÍ MI LIBERTAD DE EXPRESIÓN"
"Yo lo he manifestado en muchas ocasiones, ejercí mi legítimo derecho a la libertad de expresión reconocido por los Derechos Universales, y eso es algo por lo que siempre voy a dar la cara y siempre voy a dar las explicaciones delante de la opinión pública", ha explicado.
Preguntado si los hechos han sido aprovechados políticamente, Espot ha señalado que "por supuesto, del mismo modo que el independentismo aprovecha políticamente cualquier cosa", como fue el partido de fútbol celebrado el 30 de mayo de 2015. "Lo utilizamos para mostrar nuestra antiespañolidad y que queríamos dejar de ser súbditos del reino de España para ser ciudadanos de una Cataluña independiente", ha manifestado.
Así, ha añadido que el independentismo aprovechó el 30 de mayo de 2015 "y lo volverá a hacer en cualquier ocasión que se le presente". También ha dicho que la pitada fue retransmitida "como muestra de que gran parte de los catalanes no quieren ser españoles, y ese fue un golpe que acusó el Gobierno español y la Casa Real".
Según él, en la segunda parte del partido ya trascendió que los hechos estaban siendo objeto de una investigación judicial sobre los firmantes del Manifiesto, "que ha estado más perseguido que el Manifiesto Comunista", lo que él considera excepcional.
La pitada tuvo lugar en el partido que disputó el Fútbol Club Barcelona y el Athletic Club de Bilbao en el Camp Nou y que estuvo presidido por el Rey Felipe VI. El magistrado instructor decidió archivar la investigación el pasado mes de mayo porque los hechos fueron "idénticos o prácticamente afines" a los que sucedieron en 2009, cuando hubo otra pitada al himno de España en presencia del Rey y con la participación de los mismos equipos, y el procedimiento fue archivado con el apoyo del fiscal.
No obstante, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal obligó a Andreu a continuar con la investigación de la posible comisión de un hecho delictivo y las personas que lo llevaron a cabo, estimando así el recurso que presentado por la Fiscalía, al que se adhirieron Manos Limpias y el partido político VOX.
Los magistrados Alfonso Guevara, Antonio Díaz Delgado y Fermín Echarri explicaron entonces en su auto que el "ambiente institucional respecto a la independencia de Cataluña en 2009, es muy diferente a la de 2015". "Basta ver como hecho notorio, los acontecimientos y las decisiones políticas de los órganos de Gobierno de Cataluña que se han adoptado en los últimos dos años en ordena a conseguir la independencia de Cataluña respecto a España", afirmaban en el auto en el que ordenaron la reapertura del caso.