“Hoy, al hacer entrega de los Premios Princesa de Asturias quiero comenzar mis palabras expresando nuestro afecto y solidaridad a miles de personas en Galicia, Asturias, Castilla y León y la nación hermana de Portugal que han sufrido los terribles incendios de los últimos días”, ha iniciado el rey Felipe VI.
“Compartirnos el profundo dolor de las familias de las víctimas y trasmitimos nuestro reconocimiento a los que han luchado en ambas naciones contra esta tragedia que solo produce pobreza, destrucción y muerte”, ha dicho, antes de pasar a dar las gracias también al pueblo asturiano y quienes ayudan en la entrega de estos premios:
“Como en cada edición de los premios, teniendo muy presente a nuestra hija, la Princesa de Asturias, venimos a esta cita con la convicción de que los mejores valores humanos llenaran el Teatro Campoamor de gratitud y reconocimiento”.
“Hemos contado siempre con el compromiso generoso de los patronos de la Fundación Princesa de Asturias y el apoyo incondicional de los jurados, y sobre todo, de los asturianos, que siempre nos recibe con tanto cariño. A todos ellos, gracias, una vez más”, ha dicho.
“LA UNIDAD DE PROPÓSITOS CONTRIBUYE A LOS RESULTADOS MÁS ALTOS”
“Nuestros premios nos inspiran esperanza, nos muestran el profundo significado de la libertad creadora, de amor al conocimiento, como de la solidaridad y la Justicia. Dan testimonio del esfuerzo de perseverar en el buen camino para lograr las obras que más duran y merecen la pena”.
“Agradecemos a todos los premiados que con su genio y su compromiso nos ayudan a acercarnos a algunos de los aspectos más positivos de la vida, de nuestra existencia… Porque es en los momentos más difíciles cuando evocamos todo lo positivo; lo bueno, todo lo que intrínsecamente humano nos hace mejores y nos llama a ser más justos, más honrados y a tener más confianza. Hablo del arte, la literatura, la ciencia, el pensamiento… hablo de la solidaridad y de la concordia. Hoy, al reconocer su gran labor quiero decirles que nos sentimos profundamente orgullosos de ellos. En esta ocasión, quiero resaltar que en varias categorías esa gran obra se caracteriza por la colaboración sincera, el esfuerzo conjunto por el trabajo en equipo, y por la unidad de propósitos que siempre contribuyen a que se logren los resultados más altos y exitosos”, ha subrayado.
Tras ello, ha ensalzado individualmente a los premiados, como a los All Blacks, “un ejemplo para los jóvenes del mundo que deben aprender a practicar el deporte con un espíritu inclusivo y fraternal”, destacando que el equipo de rugby es un “ejemplo de diversidad”.
Igualmente se ha referido a Karen Armstrong, premio a las Ciencias Sociales, por su trabajo y por saber “precisar el sentido de la palabra compasión”, o a Les Luthiers, a los que ha dicho que nunca "podremos agradecerles lo suficiente".
LA UNIÓN FRENTE AL SECTARISMO Y LA DIVISIÓN
Posteriormente, el rey ha dedicado especificamente unas palabras a la Unión Europea y sus representantes, para lanzar un mensaje de integración, unidad y compromiso férreo a la hora de hacer frente en conjunto a los desafíos que se les presentan.
“Queridos premiados, la Unión Europea es la galardonada en esta edición con el Premio de la Concordia, cuando se cumplen 60 años de la firma del Tratado de Roma. Creada tras una época de profundos sufrimientos, de violencia y deshumanización, la UE quería devolver a los ciudadanos algo tan esencial como la esperanza de alcanzar una vida digna regida por la democracia, la libertad y el derecho. Después de tanta desolación los ciudadanos europes apoyaron con lucidez unirse en un proyecto común de paz, solidaridad y progreso. Lo hicieron y lo seguimos haciendo para que nunca nos permitamos dar un paso atrás hacia el sectarismo, la arbitrariedad y la división; hacia el horror", ha subrayado.
"La Unión ha hecho posible el periodo más largo de paz de la Europa moderna y ha impulsado los mejores valores: especialmente los Derechos Humanos en toda la comunidad internacional".
"Es bienestar en tiempos de incertidumbre y representa la firmeza democrática frente al fanatismo, la libertad frente a la tiranía, la cultura frente a la ignorancia".
"Europa afronta un desafío lejos de estar concluido, pero esos desafíos no pueden alterar nuestra adhesión y nuestro impulso a un proceso integrador, que es el mayor avance en paz, desarrollo y cohesión alcanzado nunca por un grupo de países unidos en el más elevado espíritu de hermandad y convivencia. Afirmarlo así es un ejercicio de Justicia, hermandad y responsabilidad", ha continuado el rey, antes de verbalizar y hacer alusión directa al desafío independentista en Cataluña.
EL "INACEPTABLE INTENTO DE SECESIÓN" EN CATALUÑA
"Señoras y señores, quiero iniciar esta parte final de mi discurso agradeciendo a todos los premiados su asistencia, especialmente a los presidentes de los parlamentos del Consejo y la Comisión Europea, a quienes acompaña el presidente de su Tribunal de Justicia. Su presencia en este Teatro Campoamor simboliza el compromiso, el apoyo y la solidaridad de las instituciones europeas con España, nuestro sistema constitucional y democrático de derecho".
"Señores presidentes, España tiene que hacer frente a un inaceptable intento de secesión en una parte de su territorio nacional, y lo resolverá por medio de sus legítimas herramientas democráticas dentro del respeto y la Constitución; atendiendo a los valores y principios de la democracia parlamentaria en la que vivimos desde hace ya 39 años", ha afirmado el Felipe VI en un mensaje claro y contundente.
"Hemos vivido y compartido éxitos y fracasos, triunfos y sacrificios que nos han unido en alegrías y sufrimientos. No lo podemos olvidar. Cómo no queremos renunciar a lo que juntos hemos construido, un valiosísimo legado que a todos y cada uno nos pertenece por igual. Eso ha sido posible gracias a una España cimentada en el deseo sincero de convivencia y entendimiento, en el respeto de las normas de la democracia, en reconocer los errores del pasado para no caer de nuevo en ello; una España en el que todos los ciudadanos cualesquiera que fueran sus ideas tuviesen la oportunidad de encontrar su lugar en paz, sin temores ni miedos. Sin temores ni miedos a la imposición y la arbitrariedad, alejados del rencor y de las fracturas; y a una España abierta y solidaria en la que pudieran reconocerse todos y cada uno de los españoles y en la que los pueblos que la integran vieran respetada su cultura y sus lenguas como un verdadero patrimonio común que sin duda nos enriquece a todos" ha apuntado.
Así, como ya hiciese durante su último discurso dirigiéndose a todos los españoles, el jefe del Estado ha vuelto a recalcar: "Ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivencia democrática. Ningún proyecto de progreso y libertad se sustenta en la desafección y la división siempre dolorosa y desgarradora, de la sociedad, de las familias, de los amigos. Ningún proyecto puede conducir al empobrecimiento de un pueblo. La España del siglo XXI de la que Cataluña es una parte esencial debe basarse en una suma de afectos, proyectos y sentimientos, una suma que siga alimentando nuestro legítimo orgullo de pertenecer a la gran realidad democrática que hoy es Europa. Por eso, Europa, la Unión Europea, forma parte del ser de esa España, una Unión que trasciende a los estados con todo el respeto a nuestras identidades. Una Europa que avanza a una mayor convergencia. Ese es el signo de los tiempos del siglo en que vivimos", ha dicho, para pasar a dar cuenta del compromiso firme de España con la UE.
ESPAÑA, UN PILAR PARA LA UNIÓN EUROPEA
"Los españoles no olvidarán nunca que Europa ha sido un referente en el origen de nuestra democracia y ha impulsado nuestro bienestar; pueden estar seguros de que la Unión encontrará en España un pilar para los desafíos que juntos debemos afrontar. Un camino que debemos recorrer acompañados de la razón, la palabra y el respeto a las reglas de convivencia inspirándonos en tres principios: la democracia, los derechos fundamentales y el Estado de derecho.
En estos tiempos duros y difíciles que vivimos, es necesario más que nunca reivindicar los principios democráticos en los que creemos y en los que se sustenta nuestra vida en común. Son tiempos para la responsabilidad, nuestros conciudadanos lo merecen, lo necesitan y lo exigen. Unos ciudadanos que desean convivir en paz y que diariamente ofrecen un gran ejemplo de compromiso y entrega con su país. Y me siento muy orgulloso de afirmarlo aquí, en Asturias, siempre leal y admirable. Muchas gracias”, ha finalizado.