Durante la primera jornada de debate de las enmiendas de los grupos de la oposición al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015, los diferentes portavoces de la oposición han defendido la necesidad de incrementar la cuantía de las pensiones españolas más allá del 0,25% propuesto, cifra que se deriva de la aplicación del nuevo índice de revalorización aprobado a finales de 2013.
De hecho, todos los partidos han expresado su preocupación ante la pérdida de poder adquisitivo de un colectivo que está ejerciendo de sustento para muchas familias con miembros en el paro y que se ve afectado por otras decisiones como las subidas de impuestos indirectos como el IVA o el copago médico.
Desde el PSOE también se ha criticado al Ministerio de Empleo por no suministrar la información pertinente respecto de los parámetros utilizados en la fórmula del índice de revalorización que han dado lugar, por segundo año consecutivo, a un alza valor mínimo permitido por la ley.
Inflación a la baja
Sin embargo, los 'populares' han recordado que el bajo nivel de la inflación permitirá a los pensionistas españoles conservar intacto su poder adquisitivo, y también han insistido en que un año más se incrementa la cuantía de las pensiones en lugar de congelarlas, como hizo el PSOE en 2010.
Así las cosas, el partido que da sustento al Gobierno utilizará su mayoría absoluta para rechazar la media docena de enmiendas parciales presentadas al Título IV de los Presupuestos de 2015, relativas a las pensiones.
En concreto, los socialistas planteaban un incremento del 1% para todas las pensiones, salvo las mínimas y las no contributivas, que deberían revalorizarse el doble. Además, exige dar marcha atrás en la modificación de la normativa reguladora del Fondo de Reserva para que el Gobierno no pueda disponer de más del 3% anual, como sucede actualmente.
Por su parte, la Izquierda Plural planteaba un 1,5% de incremento, así como volver al sistema antiguo de revisión de las pensiones en función del IPC; mientras que UPyD, pedía un incremento del 1% y los nacionalistas de CiU se quedaban en el 0,6% en línea con la inflación prevista para este ejercicio, reclamando asimismo volver al método anterior de vinculación de ambos valores.
También el BNG y Geroa Bai proponían un alza equivalente al IPC, y los nacionalistas gallegos exigían asimismo recuperar la paga compensatoria de noviembre.