Tras seis horas de intenso debate, Rajoy se despide sonriente. Los populares se van de vacaciones satisfechos y calmados con la sensación de haber hecho los deberes.
"Las cosas claras y despejadas y yo creo que ha tenido una buena intervención", afirmaba el presidente del Congreso, Jesús Posada.
Sin embargo la oposición afirmaba justamente lo contrario. "Cuando no hay credibilidad es imposible dirigir el rumbo de un país" explicaba Rosa Díaz, diputada de UPyD, mientras Trinidad Jiménez, diputada del PSOE, pedía "más humildad" al presidente del Gobierno español.
El Senado parecía hoy la entrada de un hotel, lleno de maletas. Los diputados han llegado con el oído en el pleno extraordinario pero con un pie en la playa. En la sala se pudieron ver todo tipo de gestos en respuesta a las declaraciones de Rajoy y la oposición, pero sobre todo lo que hubo fue mucha actividad en los dispositivos móviles. Los 'smartphones' tuvieron especial protagonismo en una sesión que estuvo marcada por la afirmación de Rajoy al reconocer que se "equivocó al creer en un falso inocente", en referencia al extesorero del partido, Luís Bárcenas.