Instituto Cervantes de Bruselas. Llega el cuestionado orador para hablar sobre el español en África. Y con él, el dictador guinenano Teodoro Obiang, llegó la polémica. No sólo por su presencia, también por sus palabras. "Quisiera agradecer al Rey, decía Obiang, que haya intercedido para participar en este acto cultural". No entiende a los que se oponen a su presencia, ante una audiencia formada por su séquito y periodistas. Incluso pide un minutos de silencio por Adolfo Suárez. Esto después de que ayer fuese ignorado durante el funeral de Estado. Su llegada coincidió con la del expresidente González, que ni le mira. Fue el único jefe de Estado extranjero presente. Pero no hemos visto el breve saludo protocolario que recibió del Rey y de Rajoy. De esta polémica, ni el fútbol se salva. La selección española fue muy criticada por este partido que jugó hace cuatro meses en Guinea Ecuatorial, un país pobre en derechos humanos, pero rico en petróleo.