Mas, Ortega y Rigau mantienen que no desobedecieron con el 9N y piden su absolución

EUROPA PRESS 09/02/2017 14:24

Xavier Melero, Rafael Entrena y Jordi Pina mantienen así sus conclusiones y las elevan a definitivas una vez concluidas las comparecencias de testigos y las periciales, en la cuarta y penúltima sesión del juicio en la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

La defensa de Mas insistió, en su escrito de calificación previo al juicio, en que el expresidente no desobedeció porque el Govern "interrumpió efectivamente la organización y gestión del llamado proceso participativo" a partir de la providencia del TC del 4 de noviembre de 2014, cinco días antes de celebrarse.

Cree que no puede mezclarse el hecho de poner en manos de la ciudadanía medios públicos para llevar a un proceso participativo "enmarcado en una acción política completamente lícita y defendible en cualquier sociedad democrática" con el hecho de organizar un referéndum oficial desobedeciendo una resolución judicial.

La defensa del expresidente también había insistido en que el TC no dio "una orden concreta, precisa y determinada" de suspensión ni tampoco con un destinatario concreto para que se pueda aplicar un supuesto delito de desobediencia.

"El señor Mas recibió una providencia que ni tenía mensaje, claro, ni se puede considerar completa por falta de aclaración, ni concretaba en su persona la responsabilidad de adoptar una determinada conducta", valoró entonces su defensa, en un escrito que este jueves ha ratificado.

JOANA ORTEGA E IRENE RIGAU

La defensa de Ortega defendió en su escrito que la actuación tanto de ella como de Mas y Rigau fue "en todo momento legítima, democrática, pública, transparente y respetuosa con la legalidad".

En particular sobre Ortega, su letrado sostuvo que fue legal porque las tareas organizativas son anteriores a la suspensión del TC y porque el día 9 de "la ejecución de las votaciones" se encargaron los voluntarios.

La defensa de Rigau aseguró en su escrito anterior al juicio que en ningún momento en las reuniones que mantuvieron desde la Conselleria de Enseñanza con directores se les pidió que colaborasen como funcionarios públicos en la consulta tras el veto del TC, sino que todo se dejó en manos de voluntarios.

Además, considera que tampoco se hizo "absolutamente ninguna actuación preparatoria o ejecutiva del proceso participativo, que fue gestionado íntegramente por personas voluntarias" y que ese día votaron 2,3 millones de personas expresando con absoluta libertad su opinión sobre el futuro político de Catalunya.