Educación descarta más dinero para formación pese a los datos de PISA

Noticias Cuatro/Agencias 03/12/2013 21:10

El informe PISA 2012 elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mide cómo manejan los estudiantes de 15 años de 65 países y regiones sus conocimientos en matemáticas, lectura y ciencias. En el caso español, sigue por debajo de la media de este organismo, aunque se reduce algo la brecha.

¿En qué se ha notado algo que avanzamos? Pues en los resultados básicos. En Ciencias, es donde mejores resultados conseguimos de las tres disciplinas, pasamos de 488 a 496 puntos. Son ocho puntos más y es la nota más alta desde que, en 2000, se realiza el informe PISA. Sin embargo, aún estamos lejos de los 501 puntos del promedio de la OCDE. Después, en Lectura, donde crecemos siete puntos, al pasar de 481 a 488, frente a los 498 que tiene, de promedio, la OCDE. Y finalmente, Matemáticas, dande nos mantenemos más o menos igual. Aquí hemos subido de 483 a 484 puntos, solo un punto más. El promedio de la OCDE es de 494.

Y ¿en qué hemos empeorado? Parece claro que la crisis está afectando y mucho a cómo las familias viven la educación de sus hijos. Por eso es la equidad de nuestro sistema educativo la que más parece haber sufrido en estos años.

De los datos extraídos de PISA es posible observar que en nuestra escuela los estudiantes con mayores recursos socioeconómicos sacan mejores resultados que los que tienen menos recursos y la distancia entre unos y otros se ha agrandado bastante desde 2003.

Diferencias entre comunidades

El informe PISA también da datos sobre la evolución de nuestro sistema educativos comparándolo entre comunidades autónomas. En concreto habla de 14 de ellas y las mejor paradas son las del norte frente a las del sur. Navarra, Castilla y León, País Vasco, Madrid y La Rioja son las Comunidades Autónomas que obtienen mejores resultados (por encima de las puntuaciones de España y de la OCDE). Murcia y Extremadura se sitúan a la cola, hasta 30 puntos por debajo de la OCDE.

Las diferencias son tan grandes que Navarra es equiparada con la ejemplar Finlandia mientras que Extramadura cae hasta el nivel de Gracia. O lo que es lo mismo, la diferencia de puntuación entre alumnos navarros (517) y extremeños (461) en matemáticas resulta equivalente a "un curso escolar completo más un trimestre", según cálculos de la OCDE.

El porcentaje de alumnos excelentes en España es del 8 por ciento en Matemáticas, lo que significa que sólo éstos pueden realizar ejercicios en los que hay que utilizar habilidades de pensamiento y razonamiento amplias y bien desarrolladas. Esta proporción está por debajo de la media de la OCDE, que se sitúa en un 13 por ciento y no ha mejorado respecto a 2003, donde alcanzó el 7,9 por ciento.

Alrededor del 24 por ciento de los alumnos españoles está rezagados en Matemáticas, lo cual significa que, como mucho, pueden extraer información relevante de una única fuente.

Un buen ejemplo es el caso de Madrid donde no solo se mantiene en lo alto del podio en Lectura (repite liderazgo en los resultados de toda España), sino que pasa a ser la segunda en Ciencias y la cuarta en Matemáticas. Su presidente, Ignacio González los ha atribuido a los "buenos resultados" de las pruebas externas y a otras medidas, innovaciones y reformas aplicadas en los últimos años por su Gobierno.

Estas medidas, junto a la autonomía de centros, el refuerzo de materias o el bilingüismo son, para González, las que han creado "estímulos y han mejorado la competitividad de los centros, manteniendo su equidad y eficiencia". "En Madrid todo el mundo puede acceder a una educación de calidad", ha añadido.

Presupuestos educativos

La duda está ahora en el terreno de los presupuestos. Frente a la demanda de más inversiones en educación, el Ministerio del ramo responde que hay un tope a partir del cual estamos tirando el dinero.

Es el caso de Monserrat Gomendio, secretaria de Estado de Educación quien ha insistido en el hecho de que para obtener mejores resultados no se necesita invertir más. “Desde el 2003 el presupuesto ha crecido un 35% y el rendimiento se mantiene estable. Lo que hay que cambiar es el sistema, las reglas de juego”.

Por su parte, el analista principal del Programa PISA, Pablo Zoido, ha afirmado que "es difícil" saber qué es lo que genera estas diferencias socioeconómicas y ha advertido de que "es muy pronto" para saber si los recortes y la crisis han tenido un impacto directo en la bajada de la equidad del sistema educativo español.

Tanto Gomendio como el responsable de PISA han incidido en que no hay una relación directa entre la mejora de los resultados y el aumento de la inversión, la reducción del número de alumnos por aula o la mejora de la retribución del profesorado.

Gomendio ha afirmado, asimismo, que mientras Portugal y Polonia han mejorado su rendimiento sin aumentar la inversión, España se mantiene "estancada" en sus resultados pese a que ha crecido el gasto educativo un 35 por ciento desde 2003.

Y es que, según defienden en la OCDE, a partir de un determinado nivel de inversión, el gasto se convierte en inútil. Así, para un gasto inferior a 50.000 euros por alumno sí puede notarse un incremento en la inversión. Pero, a partir de 60.000 euros, que es lo que destina España, este gasto no repercute en los resultados.

Frente a estas tesis, los representantes de los profesores, agrupados bajo las siglas de ANPE, ha pedido un aumento del gasto público en educación, prestar mayor atención al profesorado y alcanzar un acuerdo de mínimos.

ANPE cree "imprescindible" aumentar el gasto público destinado a la educación y denuncia que la inversión en la educación española está por debajo de la media de la OCDE. Así, señala que, aunque la inversión en educación se ha incrementado desde el año 2002 al 2012 en un 35%, la inversión actual "es sensiblemente inferior" al de la media de OCDE. Además, pide apostar por la calidad de la enseñanza pública y aboga por el principio de igualdad de oportunidades en todo el sistema educativo.

Por otro lado, el sindicato aboga por evitar "la constante irrupción del debate político en la escena educativa" y exige una actuación a nivel de Estado "que vertebre y cohesione el sistema educativo de manera que se eviten las enormes desigualdades entre comunidades autónomas". En su opinión, cualquier reforma educativa debe ir precedida de un acuerdo de mínimos que sirva para dar "estabilidad y perdurabilidad" al sistema.