El Consejo Ciudadano --máximo órgano de dirección de Podemos entre asambleas-- tiene ahora la competencia de nombrar a la nueva Ejecutiva, tras haberse impuesto en Vistalegre II la propuesta organizativa de Iglesias frente a la de su secretario político, Íñigo Errejón. Antes, el Consejo de Coordinación también lo aparaba el CCE, pero a propuesta del secretario general.
Aunque Iglesias ya no es el encargado de elevar al Consejo una propuesta de composición del Consejo de Coordinación, los suyos cuentan con mayoría absoluta en la dirección, por lo que no tendrá problemas a la hora de decidir quién forma parte del "órgano colegiado en que se apoyan la Secretaría General y el Consejo Ciudadano para realizar las tareas de carácter político y de coordinación interna".
La clave ahora está en el modo en el que Iglesias va a gestionar los resultados de Vistalegre II, y de qué modo y en qué medida va a integrar en la Ejecutiva al sector de Errejón, desde el que temen una 'purga' de los contratados y dirigentes con los que cuentan en las diferentes estructuras del partido.
Iglesias siempre ha afirmado que, a pesar de haber acabado compitiendo con Errejón, tiene intención de contar con él en la nueva etapa que arranca Podemos tras esta segunda Asamblea, por lo que se da por hecho que estará en la nueva Ejecutiva. En vilo queda, sin embargo, la función que tendrá, y el lugar que ocupará el resto del equipo del hasta ahora secretario político y número dos de la formación.