Una niña con fibrosis quística completa su sueño al donar sus ojos después de morir

Noticias Cuatro 12/08/2015 00:36

Harriet Seehan, una joven de 15 años de edad nacida en Cumbria, condado situado en la zona noroeste de Inglaterra, ha dejado tras su muerte un ejemplo de generosidad, bondad y buen corazón que ha conmovido a todos aquellos que han conocido su historia.

Enferma de fibrosis quística, una enfermedad genética que provoca la acumulación de tejido mucoso y pegajoso en los pulmones, el tubo digestivo y otras áreas del cuerpo, y con una alta tasa de mortalidad, decidió plantar cara a su situación y luchar con todas sus fuerzas por vivir a pesar de los numerosos obstáculos contra los que tenía que lidiar día tras día.

Diagnosticada desde los 11 meses de edad tras desarrollar fuertes ataques de tos que la hacían vomitar con frecuencia, fue en 2013 cuando sufrió uno de los peores episodios de su vida debido a un fallo respiratorio que la llevó a ser ingresada en el hospital, donde fue conectada a una máquina de soporte vital. Desde entonces, pasó cinco meses que se hicieron una eternidad en el Hospital Infantil de Bristol, estando más de la mitad de este intervalo de tiempo bajo cuidados intensivos.

En 2014, los doctores del Hospital de Newcastle le dijeron a sus padres, Greg de 40 años, y Helen, de 43, que reconsiderarían realizarle un trasplante que mejorase su calidad de vida si la pequeña conseguía subir de peso.

De este modo, en otro paso más por aferrarse a la vida, logró ganar más de 12 kilos, pero su esfuerzo no encontró una recompensa digna de su afán de superación y murió trágicamente y de forma repentina tras un neumotórax.

"Tuvo que luchar contra numerosas situaciones horrendas en la vida y aun así siempre sonrió y nunca se quejó", explicaban los doctores recordándola, en declaraciones recogidas por Mirror.

Sin embargo no fue solo su fortaleza y su carácter luchador lo que ha dejado una huella imborrable en aquellos que la han conocido, sino que sobre todo ha sido su generosidad y su solidaridad lo que ha determinado que sea reconocida internacionalmente después de su muerte.

Empeñada en colaborar por una buena causa y sabedora de las dificultades que estaban sufriendo muchos de sus amigos y compañeros con necesidad de encontrar donantes en el hospital, procedió a añadir un sueño más a su lista de deseos por cumplir antes de morir, recopilados en un blog que con mucho mimo y cariño elaboraba.

Entre nadar con delfines, asistir a galas en directo de 'X Factor' o conocer a Harry Styles y One Direction, se encontraba también su sueño de donar sus ojos.

Fue de esta manera como después de muerta, y cumpliendo el último deseo de su lista, consiguió que un desconocido de 26 años superase su ceguera y le devolviesen la visión.

"Harriet sabía que no podría donar sus órganos principales, pero estaba decidida a ayudar de cualquier manera y donó sus ojos. Es increíble. Completó su último deseo de la lista y le dio el 'don de la visión' a alguien", sentenciaron sus padres, muy emocionados.