En un comunicado, el consistorio ha informado de que ha mantenido conversaciones con otras azafatas para corroborar los testimonios explicados por la afectada, además de aplaudir la iniciativa y la "valentía" mostrada por parte de la mujer que ha denunciado públicamente las condiciones en las que tuvo que trabajar.
"Resulta de una praxis machista en la que el cuerpo se convierte en un reclamo publicitario, una situación que desgraciadamente aún está normalizada en la sociedad", ha lamentado el Ayuntamiento.
Esta semana, Asens también se ha puesto en contacto con los organizadores del torneo y con el presidente del Reial Club de Tennis de Barcelona, que han compartido la preocupación por esta situación y que han decidido trabajar para cambiar estas prácticas de cara a la próximo edición.
Desde hace un par de años, el Gobierno municipal ha introducido nuevas cláusulas y acuerdos con las empresas adjudicatarias para los actos públicos que tienen lugar en el Ayuntamiento, que ofrece la posibilidad de elegir falda o pantalón para trabajar, entre otras medidas.