En el Ejecutivo son conscientes de que no tiene sentido en este momento fijar una entrevista pública entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont para no encontrar ningún punto de encuentro, "salir a bofetadas" y crear frustración en los ciudadanos, han indicado las mismas fuentes consultadas, que apuestan más por explorar esa vía discreta para ver si hay posibilidad de acercar posturas.
Rajoy y Puigdemont ya celebraron una reunión discreta en el Palacio de la Moncloa el pasado 11 de enero que se ha desvelado esta misma semana. Ninguna de las dos partes ha querido entrar a confirmar o desmentir ese encuentro.
LA OPERACIÓN DIÁLOGO VA A CONTINUAR
El portavoz del Gobierno y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, ha asegurado que el diálogo "no tiene fecha de caducidad" y ha añadido que la "única operación" que han puesto en marcha es "la operación diálogo", con la que van a "continuar".
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, el ministro ha reconocido que para ese diálogo "cuánto menos ruido y menos presión haya, mejor". A su entender, es "bueno" que se hable sin "la presión mediática de tener que salir luego a contar qué ha pasado".
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