"Nos quieren en la cárcel por lo que pensamos y representamos, no por lo que hemos hecho", ha lamentado Forcadell, según un comunicado de la Cámara, en el que también critica el epígrafe con que se difundió el archivo de la querella, 'Más dura será la caída'.
Ha recordado que el delito de rebelión "requiere el uso de la violencia" y que eso no se ha producido ni en la sociedad ni en las instituciones catalanas, que afirma que actúan y actuarán siempre de forma pacífica.
Ha insistido en que su tarea al frente de la Mesa requiere garantizar la libertad de expresión y el derecho de iniciativa de los diputados: "Actuar de otra manera habría supuesto incumplir las funciones para las que nos eligieron".
La presidenta de la cámara disuelta por el Gobierno para convocar elecciones el 21 de diciembre se ha mostrado orgullosa de su tarea: "Quien crea que con querellas o prisiones acabará con las instituciones catalanas se equivoca".