El Juzgado de lo Penal número 1 de León ha juzgado este miércoles a Montserrat y a Triana por un presunto delito contra la salud pública a raíz de la incautación de 620 gramos de marihuana, de una riqueza del 6,39 por ciento, una sustancia que tendría un valor en el mercado de 2.800 euros aproximadamente.
Durante el juicio, Montserrat ha reconocido parcialmente los hechos y ha asegurado que la droga se encontraba en casa de su hija, en León, porque ella pasaba allí largas temporadas por "el problema" que tenía Triana, que se encontraba "muy mal", en alusión al supuesto acoso que sufría, según ellas, por parte de la que fuera presidenta de la Diputación leonesa, Isabel Carrasco.
No obstante, ha negado que su hija fuera la propietaria de la droga y que consumiera. algo que también ha sido ratificado por la propia Triana, que ha declarado que la marihuana se hallaba en la habitación de su madre y que ésta "fumaba cuando se encontraba incómoda", habitualmente por la noche y, también, consumía la droga con leche en infusiones.
Montserrat también ha explicado en su declaración ante el juez que comenzó a consumir marihuana porque se lo recomendó una amiga, quien también le facilitó las semillas para comenzar a plantar, y que lo hizo "para probar", no porque se lo recomendara ningún médico y porque "había leído y visto por la televisión que era bueno".
ANOTACIONES DE SUPUESTOS CLIENTES
La droga que fue intervenida en el domicilio de Triana se encontraba dentro de un bolso de Carolina Herrrera, en siete bolsas individuales con cierre hermético, y en las que había anotaciones, razón por la que la Fiscalía ha sostenido durante la vista que la marihuana estaba "preordenada para el tráfico".
A este respecto, Montserrat ha respondido que la droga se encontraba en bolsas individuales porque eran las que "encontró por casa" en el momento en el que almacenó la droga y que eran "bolsas de congelados". Además, ha dicho no recordar el significado de las anotaciones.
Durante el registro de la casa de Triana también se intervinieron varios soportes digitales, varios ordenadores y un teléfono móvil, que contenían fotografías de madre e hija con la plantación de marihuana y en las que se reflejaba el crecimiento de las plantas, un hecho que, según la acusación pública, prueba el conocimiento e implicación de Triana en el presunto delito contra la salud pública.
Por todo ello, la Fiscalía ha sostenido que está acreditado que ambas poseían la droga para traficar con ella y ha solicitado para cada una de ellas dos años de prisión y una multa de 3.000 euros, mientras que la defensa de madre e hija ha pedido la libre absolución al considerar que la droga le pertenecía exclusivamente a la primera, que la utilizaba únicamente con fines terapéuticos.
Además, el letrado de la defensa ha asegurado en su intervención que no existe ningún indicio que pruebe la venta de droga por parte de las acusadas y que éstas no pueden ser condenadas por este hecho, "por mucho que se hayan visto involucradas en hechos de gran gravedad", en referencia al crimen de la que fuera presidenta de la Diputación de León.
El juicio, que comenzó pasadas las 10.00 horas de este miércoles y se ha prolongado durante casi una hora, ha quedado visto para sentencia.