"Ningún eurodiputado ha recibido mandato para hablar en nombre de la Cámara en lo relativo a estos acontecimientos", ha afirmado la Eurocámara en una "declaración sobre la presencia de eurodiputados en Cataluña el 1 de octubre".
En un breve texto, la Eurocámara explica que varios eurodiputados fueron invitados a Cataluña como observadores internacionales pero deja claro que "cualquier comentario, observación o declaración emitida oralmente o por escrito" es "personal" y no compromete "en modo alguno" a la institución.
La institución ha hecho esta precisión después de que uno de ellos, Mario Borghezio, se presentase como un observador acreditado de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.
Otros ocho --Mark Demesmaeker, Helga Stevens, Stylianos Kouloglou, Martina Anderson, Lynn Boylan, Josu Juaristi Abaunz, Maria Lidia Senra Rodríguez, Bodil Valero y Jill Evans-- firmaron una declaración emitida por una delegación parlamentaria internacional.
Fuentes de la Eurocámara ya recalcaron la semana pasada de que este viaje de los eurodiputados, en una misión organizada por el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat), no contaba con su aval, que los parlamentarios iban por "iniciativa propia" y se representaban solo a sí mismos.
El Parlamento Europeo únicamente organiza misiones de observación a elecciones en países en los que "la democracia está en fase de consolidación" y se llevan a cabo tras recibir el visto bueno de la Conferencia de Presidentes, que forman los jefes de cada grupo con representación europarlamentaria.
Este marco de condiciones para la aprobación de una misión es "diametralmente distinta" a la organización de un "no referéndum", añadieron las fuentes consultadas.