Según ha considerado en rueda de prensa, Colau tiene la misión de defender a Barcelona siempre y en todas partes, y le ha acusado de encajar manos con el presidente de la Generalitat por la mañana y que, por la tarde, sus afines "den un portazo a los presupuestos que tienen que hacer posible esa encajada de manos".
En relación a las cuentas municipales, Bosch ha instado al gobierno de Colau a cumplir los pactos acordados en la modificación presupuestaria de 2016, como la inversión para garantizar la llegada de la L10 del Metro a los barrios de la Marina y la Zona Franca, y el traslado de las cárceles de la Modelo y Trinitat.
En este sentido, ha celebrado el anuncio de hacer efectiva la gratuidad del transporte público para los menores de hasta 16 años, pero ha lamentado que la medida llega tarde.
En cuanto a la vinculación de los presupuestos municipales a una cuestión de confianza de Colau, Bosch lo considera una forma de tirar adelante las cuentas a través de "la política de hechos consumados y por la puerta de atrás", y ha recriminado que esta actitud no invita a la negociación.