Eguílaz dice que toda la contratación de Cabieces fue a iniciativa de Fernández y que él no aprecio "infracción" alguna

EUROPA PRESS 14/02/2017 20:02

El director de Recursos Humanos de Kutxabank, Fernando López de Eguílaz, ha afirmado que todos los detalles de la contratación del ex delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, como la cuantía del salario y duración del contrato, así como que desarrollara su trabajo en el despacho de abogados Rafael Alcorta, fueron a iniciativa del entonces presidente de la entidad, Mario Fernández.

Asimismo, ha reconocido que cuando Fernández le dio esas instrucciones, no apreció "infracción o ilegalidad", y ese mandato no "perturbaba" el ámbito de sus responsabilidad en el área de Recursos Humanos.

López de Eguílaz ha hecho esta declaración en la vista oral que se sigue en la sección Sexta de la Audiencia Provincial de Vizcaya contra el expresidente de Kutxabank, Mario Fernández, el exdelegado del Gobierno central en el País Vasco, Mikel Cabieces, y el abogado Rafael Alcorta por los presuntos pagos irregulares, por importe de 243.592 euros, del banco vasco durante la etapa de Mario Fernández al exalcalde de Portugalete, a través del bufete del letrado.

Según ha relatado, en febrero de 2012, Mario Fernández le ordenó la contratación de Cabieces para proceder a su reciclaje profesional como abogado y marcó todas las condiciones de su contratación, con un compromiso de duración de tres años, para desarrollar trabajos, como colaborador, en el bufete Rafael Alcorta, con un pago de 5.783 euros mensuales más gastos.

Ese trabajo, según ha precisado, no debía tener visibilidad pública para el banco, no debía tener relación con Kutxabank y no podría ir a un juicio en nombre del banco. Tras señalar que desconoce "con quién había llegado a un acuerdo",Fernández para ordenar dicha contratación, ha apuntado que éste el indicó también que se utilizaría al despacho de Alcorta para materializar la contratación.

Una vez recibidas esas instrucciones, López de Eguílaz llamó por teléfono a Rafael Alcorta para hacerle saber que le iban a poner un colaborador, le trasladó que Fernández había "pensado eso" y que "necesitaba su colaboración", que tenía el encargo de hacer este reciclaje y que querían contar con él. En este sentido, ha asegurado "sin ninguna duda" que el que se hiciera a través del despacho Alcorta fue a iniciativa de Fernández.

Tras recibir el encargo de su presidente, López de Eguílaz ha relatado que se lo contó a su entonces director general, Ignacio Sánchez-Asiaín, --quien no puso ninguna objeción-- con quien comentaba todos los asuntos "de modo natural", señalando además que Fernández le había pedido que "no involucrara a nadie". Asimismo, ha manifestado desconocer si Sánchez-Asiaín conocía los detalles de la contratación.

Una vez celebrada la reunión con Rafael Alcorta, en la que le trasladó el importe de los pagos y demás detalles, López de Eguílaz le dio al abogado el teléfono de Cabices para que se pusiera en contacto con él. Preguntado por al reacción de Alcorta ante el encargo, López de Eguílaz ha explicado que le dijo: "ya sabes que Mario me pide esto", y el abogado le respondió "pues lo haré y nos ponemos a ello".

Respecto a la relación entre Fernández y Alcorta, ha apuntado que sabe que se conocían y que habían colaborado juntos, que Fernández había sido su profesor, pero desconoce si tenían una relación "más allá".

Pasado un tiempo, el responsable de Recursos Humanos se encontró con Rafael Alcorta, quien le indicó que "esto no funciona", que Cabieces no le hacía caso, y que tampoco acudía regularmente a trabajar, y le preguntó "¿qué hacemos con esto?".

López de Eguílaz se lo contó a Fernández y éste "enfadado con la situación o con la conversación" le dijo que hiciesen lo que pudiesen y que cumpliesen el acuerdo. Puesto en conocimiento de Sánchez-Asiaín, este último le dijo que obedeciese al presidente, y no volvió a saber más de la relación entre Cabieces y Alcorta.

Una vez formalizada la operación de adquisición de Cajasur y cuando bajó la carga de trabajo, revisando asuntos salió a colación la contratación de Cabieces, se acordó "liquidar el tema" haciendo el pago pendiente al ex delegado del Gobierno. Entonces, el responsable de Recursos Humanos le comunicó a Rafael Alcorta que habían tomado la decisión de "liquidar el tema" abonando las cantidades pendientes a Cabieces.

El abogado dijo que "bien", que se lo trasladaría a Cabieces y le incluiría el pago final en una factura con fecha de noviembre de 2014. "No le dimos más vueltas", ha indicado, para añadir que le pidió la firma a Fernández para que "quedara claro" que la liquidación estaba ordenada por él.

Tras apuntar que no vivió ese asunto como algo "anormal", López de Eguílaz ha explicado que se lo contó al nuevo presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, porque, al hacer un repaso de temas, le pareció "relevante" por lo público de la persona contratada.

Preguntado por si es habitual en el banco la contratación de personas de esta forma, López de Eguilaz ha indicado que es "la única vez" que la ha visto en su trayectoria en Kutxabank.

SÁNCHEZ-ASIAIN

El primer testigo de la fiscalia ha sido el exdirector general del

banco, Ignacio Sánchez-Asiaín, que ha recordado que, en un momento determinado, se planteó proponer al despacho de abogados Rafael Alcorta al exdelegado del Gobierno como colaborador y reconoce que "igual lo normal" no era recomendarle a alguien concreto.

No obstante, ha indicado que había que cubrir la "necesidad" que se había creado por el aumento de carga de trabajo en el despacho de abogados y "había una persona que podía hacer ese trabajo". "Y había un cierto interés porque fuera esa persona. Me parecía que se cubría una necesidad con alguien que era capaz de hacer el trabajo y me pareció absolutamente razonable. No lo entendí como que fuera una orden", ha afirmado Sánchez-Asiaín, que ha precisado que lo que preguntó fue si Cabieces era capaz de hacer el trabajo y le respondieron afirmativamente.

Sánchez-Asiaín ha afirmado que entendió que había un "compromiso" de "darle colocación" a Cabieces, pero "no se utilizó esa palabra". En todo caso, ha señalado que, dentro de su responsabilidad como director general, "no está el aceptar todo lo que diga el presidente porque lo diga el presidente".

"Si, en algún momento, pienso que algo no es recomendable o perjudicial para la entidad, lo primero que hago es ir al despacho del presidente y lo comento con él. El visto bueno del presidente no es razón suficiente para que algo suceda", ha indicado, para añadir que en este caso no lo comentó con el presidente porque le pareció que era una solución que "no dañaba en absoluto a Kutxabank y ayudaba a cubrir una necesidad que Kutxabank tenía".

Por otra parte, ha señalado que no le precisaron cómo se le iba a pagar a Cabieces, pero "dio por sentado" que iba a ser el banco. "Me pareció algo lógico", ha agregado.