Condenado a 4 años por golpear violentamente con una jarra de cristal a un hombre con el que discutió en Durango

EUROPA PRESS 04/08/2016 12:02

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a un hombre a cuatro años de cárcel por golpear violentamente con una jarra de cristal a otro con el que discutió en un bar de la localidad vizcaína de Durango. Una vez que la víctima estaba en el suelo, siguió agrediéndola con los trozos de la botella que quedaban y le causó numerosas lesiones, que le dejaron secuelas.

La sentencia considera probado que, sobre las 7.30 horas del día 26 de julio de 2013, el condenado y el agredido se encontraban

en el interior del bar "Bodegón Gaur" de la calle Landako de Durango, a donde habían llegado después de que esa noche se hubiera producido entre ambos una discusión en otro local.

La discusión se reprodujo en el mencionado establecimiento hasta

que llegó un momento en el que uno de ellos se disponía a abandonar el local, cuando el otro le golpeó violentamente con una jarra de cristal en la cabeza cuando se encontraba de espaldas.

La víctima cayó al suelo, donde el agresor siguió golpeándole en repetidas ocasiones con los restos que quedaban de la jarra en diferentes partes del cuerpo.

El agredido, finalmente, consiguió salir ensangrentado al exterior del establecimiento y fue auxiliado por agentes de la Policía Municipal de Durango que se acercaron al local y trataron de contener la hemorragia.

LESIONES

Como consecuencia de la agresión, resultó con lesiones consistentes en herida en el antebrazo derecho con afectación tendinosa, herida en axila izquierda con afectación venosa y muscular, diversas heridas en la cara y herida en quinto dedo de mano izquierda.

Las lesiones precisaron de sutura para su curación, por lo que la víctima tuvo que ser ingresada en centro hospitalario y fue dada de alta el 29 de julio, manteniendo diversos controles y retirada de puntos hasta el 28 de agosto siguiente.

En la curación se invirtieron 44 días, de los cuales tres días no pudo dedicarse a sus ocupaciones habituales. Además, le quedaron numerosas cicatrices.

La Audiencia vizcaína ha condenado a cuatro años de prisión al agresor como de un delito de lesiones con deformidad, previsto en el artículo 150 del Código Penal, con inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la pena.

Además, le impone una indemnización a la víctima de 1.470 euros por las lesiones y 18.000 euros por las secuelas que le han quedado, así como el pago de las costas del procedimiento, incluidas las de la acusación particular.